martes, agosto 29, 2006

Adios, Plutón, adiós.

Se buscan planetas lejanos y se hacía necesario redefinir "planeta" para que no haya equívocos, así que en la última asamblea de la Unión Astronómica Internacional se ha hecho, y de tal manera que, para contento de unos y disgusto de otros, Plutón ha quedado fuera. El sistema solar no tiene ahora más que ocho planetas.

La cosa queda así:

-Un planeta es un cuerpo celeste que
(a) está en órbita alrededor del Sol
(b) tiene suficiente masa para que su propia gravedad supere las fuerzas de cuerpo rígido de manera que adquiera un equilibrio hidrostático (forma prácticamente redonda)
(c) ha limpiado la vecindad de su órbita

- Un planeta enano es un cuerpo celeste que
(a) está en órbita alrededor del Sol
(b) tiene suficiente masa para que su propia gravedad supere las fuerzas de cuerpo rígido de manera que adquiera un equilibrio hidrostático (forma casi redonda)
(c) no ha limpiado la vecindad de su órbita y
(d) no es un satélite.

-Todos los otros objetos que orbitan al Sol se deben denominar colectivamente "Cuerpos Pequeños del Sistema Solar".

Esto le pasa a Plutón por cochino, vamos, hombre, pues mira que no limpiar su órbita.

Pero no quiero mofarme de quienes ven con disgusto esta exclusión, sólo decirles que si hemos perdido un planeta hemos ganado un montón de planetas enanos, creo que serán unos 52, nada menos.

También es notable que ahora ya se ha vuelto imposible encontrar ningún planeta fuera del sistema solar, podemos asegurar que en el universo hay nada más ocho planetas. Y planetas enanos lo mismo pero 52. ¿Lo ponen en duda? pues lean, lean con atención las definiciones que puse arriba: "Un planeta es un cuerpo celeste que (a) está en órbita alrededor del Sol...". Pero Sol solo hay uno, ni siquiera han dicho soles. Y si no lo creen compruébenlo ustedes mismos.

RESOLUTION 5AThe IAU therefore resolves that "planets" and other bodies in our Solar System be defined into three distinct categories in the following way:(1) A "planet"1 is a celestial body that (a) is in orbit around the Sun, (b) has sufficient mass for its self-gravity to overcome rigid body forces so that it assumes a hydrostatic equilibrium (nearly round) shape, and (c) has cleared the neighbourhood around its orbit.(2) A "dwarf planet" is a celestial body that (a) is in orbit around the Sun, (b) has sufficient mass for its self-gravity to overcome rigid body forces so that it assumes a hydrostatic equilibrium (nearly round) shape2 , (c) has not cleared the neighbourhood around its orbit, and (d) is not a satellite.(3) All other objects3 except satellites orbiting the Sun shall be referred to collectively as "Small Solar-System Bodies".

http://www.iau2006.org/mirror/www.iau.org/iau0603/index.html

Bueno, un error lo comete cualquiera y estos casi seguro que son de ciencias, esperemos que lo subsanen pronto.

Y en fin, ¡arriba las copas!, cambiaran los libros de texto pero Plutón seguirá bailando con su Caronte allá en las alturas, un brindis a su salud. Chin-chin.

(Dedicado a L.L.)

lunes, agosto 21, 2006

Singularidad original y Big Bang

En el principio era un infinito vació silencioso y oscuro, ningún lugar se distinguía de otro lugar, ningún tiempo de otro. Y entonces apareció un punto en el que estaba comprimida una cantidad ingente de masa y ese punto explotó descomprimiéndose la masa que fue ocupando cada vez más espacio y dando lugar a polvo cósmico, estrellas, planetas y el Universo tal como hoy lo conocemos.

¿Les parece bien está explicación?

Espero que la respuesta sea un ¡NO! bien grande porque este relato nada tiene que ver con la actual teoría del Big Bang ni con la singularidad original. En realidad es bastante más complicado. Tan complicado que no hay manera de entenderlo intuitivamente y por ello se recurre a metáforas como la de la explosión.

En el principio, que para no liarnos con las palabras llamaremos t=0, érase que se era la famosa singularidad original, un punto enormemente caliente e infinitamente denso en el que se concentra esa cantidad ingente de masa, pero también las dimensiones, once dimensiones, todas ellas sin desarrollar aún, con una curvatura infinita o de radio cero. Así pues, ni fuera ni antes de ese punto había nada. En realidad hablar de un fuera de ese punto ya es un contrasentido porque fuera indica una posición espacial y el único espacio era el punto mismo. Y hablar de antes también, porque el tiempo comienza con la singularidad (t=0), y no podemos hacer referencia a un tiempo anterior al comienzo del tiempo.

Tampoco el Big Bang es una explosión, además el término "Big Bang" se lo invento Hoyle en plan burlón porque no estaba de acuerdo con la expansión del Universo. Un instante muy pequeño después del t=0, del orden de diez elevado a menos cuarenta y tres segundos (sobre ese pequeño lapso no se sabe nada de lo que pasó) el Universo se estaba expandiendo, las cuatro dimensiones espacio temporales empezaron a desarrollarse, su radio de curvatura fue creciendo como crece un globo cuando le soplamos aire, la masa tuvo más espacio donde ubicarse, se fue enfriando y… bueno lo dejamos aquí. En realidad sólo quería tratar del inicio para después hablar de algunas ideas equivocadas.

Antes que nada, no me olvido de las otras siete dimensiones: no se desarrollaron, por eso para nuestro mundo habitual es como si no existieran, aunque sabemos que existen porque explican algunos comportamientos cuánticos.

Sobre las ideas erróneas, una crítica que hacen habitualmente los creacionistas a la teoría estándar es que "de la nada nada sale". Pero el caso es que los defensores del BB no dicen que el Universo saliera de la nada. Primero, no es que antes del Big Bang hubiera nada o "la nada", es que no hay un antes del Big Bang como expliqué antes. Pero además "salir" es salir de algún sitio, debe referirse a un lugar del espacio, y la nada no puede ser un lugar pues ya sería algo.

Otra idea errónea es la de que el Universo surgió por azar. En primer lugar, con "surgir" o "aparecer" nos encontramos con un problema similar al que nos encontrábamos con "salir". Son procesos temporales que precisan de un tiempo en el que algo no existe y un tiempo posterior en el que algo existe, pero no hay tiempo antes de existir el tiempo por tanto "surgir" no tiene sentido aplicado al Universo.
¿Existe por azar? Pero si así fuera deberíamos tener algo que nos permitiera hacer una estimación de probabilidades, cuántas hay de que exista y de que no exista. Y no tenemos nada para apoyar dicha estimación. Lo único que podemos hacer es afirmar que existe.
Por otro lado está es una pregunta por las causas del Universo: ¿Surgió por azar o lo creo Dios o un demiurgo, etc.? y volemos a encontrarnos con el mismo problema. La causa debe ser anterior al efecto, en este caso el efecto es el Universo, incluida su dimensión temporal y no hay un tiempo anterior al tiempo en el que pudiera existir una causa. De modo que el Universo no tiene causa, existe porque sí, como un hecho bruto.

Tal vez resulta difícil imaginar que el Universo tiene un inicio y no hay un antes, de alguna manera tenemos el hábito de preguntamos por la causa de las cosas y la respuesta "no tiene causa" puede dejarnos un poco fríos, pero la alternativa no es mucho mejor: el Universo ha existido siempre, infinitamente, es igualmente difícil de imaginar, e igualmente sin causa, pues si hubiera existido siempre no la necesitaría.

Y por cierto, también "crear" es un proceso temporal y espero que ya no haga falta explicar que el Universo no puede haber sido creado. Ergo si consideramos a Dios creador del Universo, no hay Dios.

viernes, agosto 11, 2006

Izquierda, derecha.

La idea que intento explicar aquí es que tanto la derecha como la izquierda se fundamentan en planteamientos obsoletos a la luz de los descubrimientos de diferentes ciencias sobre la naturaleza humana. Es erróneo negar la naturaleza humana como hace (o hacía) típicamente la izquierda, es errónea la manera en que la derecha, que cree en ella, la usa y las conclusiones que saca.

Por otro lado hay confusión. Por ejemplo, es típico de la izquierda (comunismo) priorizar a la sociedad sobre el individuo y de la derecha lo contrario. Después del fracaso de la URSS y demás no hay mucha gente que abogue por el principio de que la sociedad deba primar sobre el individuo. Tal vez deberíamos aceptar lo contrario. ¿Pero quién se cree que en la sociedad actual se prioriza al individuo sobre la sociedad y no más bien el interés de los poderosos sobre el resto, importantes nada más que como masa trabajadora y, mediante el voto, legitimadores del status quo?
Y por otro lado ¿qué diferencia hay entre sociedad e individuos?, es decir, si se tratase de sacrificar a un individuo para salvar a la sociedad pues vale, porque muchas vidas valen más que una, pero si se trata de que una sociedad sea próspera y competitiva en el mercado mundial sin importar demasiado como viven los individuos, entonces… esto me suena, no es comunismo, es lo que tenemos ahora. Ciudades empresa, estados empresa, ofreciéndose al mundo en campañas publicitarias. Ya pronto tenemos aquí la expo del agua de Zaragoza, por ejemplo.

Así que, ¿dónde está la derecha y dónde la izquierda?

Por supuesto no soy el primero en descubrir esto, ya hay ideólogos de ambos bandos que han renunciado a sus presupuestos incompatibles con la ciencia actual y apoyan sus ideas en otros mejores.

Otra diferencia que me parece importante es la de adjudicar bondad o maldad intrínseca a la naturaleza humana. Según la visión utópica, llamémosla así, de la izquierda, el hombre al nacer es una tabla rasa que evolucionara según las disposiciones culturales del lugar donde se desarrolle. En contacto con la naturaleza, el primitivo es bueno, generoso, altruista y la sociedad lo estropea, si la sociedad deja de influir de manera nefasta sobre el hombre el mundo será feliz. Del lado de la visión trágica, de derechas, el hombre es malo, egoísta y hay que "enderezarlo", o más bien contener su naturaleza mediante leyes y disciplina, pero aún así siempre habrá conflictos de intereses y no cabe esperar un mundo feliz. En realidad cualquier intento de mejorarlo puede ser para peor.
La derecha que se queja de libertinaje sexual y trata de mantener las tradiciones no duda en usar para su publicidad desnudos, chicos con piercings saltándose las normas y cualquier cosa que se tercie si piensan que con ello venderán más.
Y qué decir de los nacionalismos, que antes se veían como una rebelión contra poderes centralistas opresores, y hoy nos parecen a muchos una forma de patriotismo reaccionario.

Ciertamente la izquierda ya no es tan utópica, dice, si los poderosos dejaran de hacer lo que hacen y quisieran construir un mundo mejor sería posible, pero ya no hay nada que pare la apisonadora capitalista, despilfarradora y cruel, y de este modo se vuelve pesimista, más aún, catastrofista. También hay utópicos de derecha, una vida deportiva y sana, familia, trabajo, honradez, dan una felicidad solo ensombrecida por la chusma indeseable. Se acaba con la chusma y se pone fin a esas molestas sombras (a esto le llaman progreso).

La religión también ensombrece bastante las políticas de izquierda y derecha para los que la adoptan. Las campañas de la Iglesia, por ejemplo y especialmente, contra la libertad sexual (preservativo, homosexualidad, castidad…) y su fanatismo, en fin, creo que no merecen más comentario. En la izquierda, el misticismo tipo new age (que no acepta limitaciones a lo humano), en busca de la felicidad a través del conocimiento personal, ¡cuando no de la fusión con el cosmos!, resulta bastante hedonista y, digamos, no muy revolucionaria. Tanto una como otra son ajenas a la razón y, cuando menos, sin explicación desde los conocimientos actuales.

En fin, es indudable que para vivir en sociedad renunciamos a parte de nuestra libertad y nos sometemos a reglas de conducta, los beneficios que obtenemos a cambio son evidentes, la cooperación no es opuesta al egoísmo, sino egoísmo inteligente. Está en nuestra naturaleza cooperar, y también denunciar y castigar al aprovechado que no cumple con su parte. Ya no se trata de la sociedad como superorganismo más o menos abstracto en el que la individualidad se diluye sino de un conjunto de individuos en el que ninguno debe ser menospreciado ni desfavorecido. La utopía posible es la de la justicia, no la de la felicidad.
Un mundo feliz me recuerda al lavado de cerebro estilo Huxley, a la negación de las diferencias. Pero al menos intuitivamente sabemos que tenemos tendencias que producen conflictos tanto en nosotros como con los demás, que no hay perfección y de haberla sería aburrida, negación de deseos y sentimientos, encefalograma plano, una cosa es ser racional y otra ser una máquina.
Pero tampoco eso es una tragedia. La vida no es trágica, hay tragedias pero son sólo una parte entre otras. Tenemos limitaciones pero quedan lejos y aún hay muchos caminos posibles por explorar. Incluso la propia muerte nos puede parecer la mayor tragedia del mundo, como suele ocurrir en algún momento de nuestra juventud cuando nos preguntamos que sentido tiene la vida si vamos a morir, pero antes o después lo asumimos y en fin, llega un momento en que resultaría ridículo considerar la propia muerte una tragedia.

Hay razones de eficacia para apoyar la justicia. Los empresarios quieren de sus empleados un alto rendimiento pero con ello se genera estrés que se traduce en pérdidas. La política de USA e Israel hace que los libaneses y musulmanes en general les vean como el aprovechado que no cumple los pactos y a la ONU como al juez que toma parte por sus amigos, en definitiva gastos evitables (en vidas, en armas, en destrucción) que podrían usarse en beneficio de todos. Unos poquitos ganan pero las arcas de la humanidad salen perdiendo. Y hay más inseguridad, miedo a represalias, más estrés. Ahí está el ejemplo de los ricos, en Sudamérica sobre todo, atrincherados en mansiones fortaleza, desconfiando hasta del guardaespaldas que puede traicionarles y colaborar en el secuestro de sus hijos.

En fin, hay motivos para que tanto la izquierda como la derecha se replantee sus principios (de hecho, como decía, ya se hace), sin utopías ni tragedias pero con la confianza de que el hombre trae bajo el brazo tanto sus conflictos como la posibilidad de resolverlos, eso sí, con una buena dosis de sentido común, de coraje y de imaginación.
HispaLab
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