miércoles, enero 17, 2007

Aspersión

Acabo de empezar el libro de Pilar Cristóbal "Tambien los jabalíes se besan en la boca –y otras curiosidades sexuales del reino animal-", y de momento la que más me ha chocado ha sido la del piojo de agua en que el macho se busca una pequeña cueva y la rocía totalmente con un fluido que atrae a las hembras al tiempo que es pegajoso, de manera que cuando las hembras se acercan por ahí las empuja rápidamente dentro de la cueva donde se quedan pegadas hasta que no cabe una más, digamos unas cien hembras y entonces ¿qué hace?, ¿pide disculpas por sus rudos modales y le dedica a cada una un ratito de su tiempo?, no, las fecunda a todas por aspersión.

Sí, eso he dicho, igual que los regadores giratorios de parques y jardines, por aspersión. Qué potencia, qué manguera, ¿se imaginan lo que tiene que soltar el tipo para acertar con algo en el conejito de cada una de las hembras? Eso es un bukake (invertido en el número de participantes de cada sexo) y a lo bestia.

En fin, niños, en casa no hagáis estas cosas que están muy feas (y lo pondréis todo perdido).

2 Comments:

Blogger DaliaNegra said...

No veas,jajjaja,si va a ser que el Rocco Siffredi de los bichos es un ¡piojo!!;))
Como les de por vender la sustancia pegajosa para uso humano será un bombazo,jeje...
Besos*

17/1/07 20:03  
Blogger Esscarolo said...

Jeje, me temo que los humanos tenemos que ser un poco más sofisticados. Buf, si fuera verdad lo del Axe...

Besos pegajosos ;)

21/1/07 20:21  

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