miércoles, julio 02, 2008

Homúnculos

Quien más quien menos todos hemos tenido alguna vez la idea de tener un señor -o señora-, replica en pequeñito de nosotros mismos, dentro de la cabeza, viendo lo que vemos a través de nuestros ojos, dirigiendo nuestros actos, etc., al estilo Mazinger Z. Se diría que es una explicación rudimentaria al enigma de la mente de la que solemos desprendernos en cuanto desarrollamos la idea y caemos en la cuenta de que ese homúnculo necesitaría un homúnculo mas pequeñito dentro de su propia cabeza, y ese otro más, y así hasta el absurdo.

Más en consonancia con los saberes actuales, y como simple analogía, podemos representarnos el mismo asunto considerando que en la sala de mandos de nuestra cabeza no hay uno sino varios homúnculos, cada uno más bien tontorrón, especializado en alguna tarea y bastante ajeno al resto, pero que, trabajando en conjunto, nos hacen funcionar correctamente (ejem, aquí hagan ustedes el chiste que prefieran sobre la estupidez humana).

Lógicamente, cada uno de esos homúnculos tendría en su cabeza otra pequeña asamblea de homúnculos aún más tontos y estos otra, pero no hasta el absurdo (infinito) sino hasta el límite de procesamiento de información tipo bit (1-0, si-no...) o algo parecido. Este nivel último se correspondería con los procesos en cada neurona.
HispaLab
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